Hay personas que nada más conocerlas transmiten muchas cosas y la siguiente invitada tiene garra, es luchadora y con las cosas muy claras. Es mirarla y saber que, pese a no haber recorrido un camino fácil, tiene una gran historia de esfuerzo y de superación detrás. Y no desistir es lo que le ha llevado a alcanzar sus sueños. La siguiente invitada de “Gamer tenía que ser” se llama Aida “Aidy” García Cortés y es jugadora profesional de Counter-Strike: Global Offensive en Vodafone Giants.

Su amor por los videojuegos y la competición le vienen desde muy pequeña, sobre todo por el género shooter. Lleva desde 2007 jugando y compitiendo. Ha tocado desde la 1.6 de Counter-Strike, que fue cuando conoció el Counter, hasta el CS:GO. El source también lo probó, pero confiesa que le gustaba más el 1.6 y ahora se dedica a jugar al Global Offensive.

Yo jugaba con mi hermano a la Playstation, pero no me pasaba todo el día jugando, simplemente lo hacía de vez en cuando y por pasármelo bien. Sin embargo, el gusanillo por el competitivo comenzó cuando tenía 14 o 15 años y me enseñaron el Counter-Strike. Recuerdo que lo probé y pensé: ¿Esto qué es? No, no me gusta, es imposible que juegue a esto, es demasiado difícil. Pero la realidad es que me piqué y dije a ver qué tal.

Empecé a jugar, a conocer gente y descubrí que había equipos, competiciones, etc. Jugué en equipos mixtos, después conocí chicas y jugué en equipos femeninos, hasta que empecé a competir. En 2010 fue mi primer torneo internacional en París y a partir de ahí fue todo rodado. Entré en equipos y clubs internacionales (alemanes, franceses…). Luego estuve en tres o cuatro equipos mixtos (cuatro chicos y yo), hasta el día de hoy, que formé el equipo Red de Giants Gaming.

Pero no todo ha sido jugar y competir que es a lo que le hubiera gustado dedicarse por completo. A lo largo de los años ha tenido que compaginar diferentes trabajos, tanto dentro como fuera del sector para poder tener una estabilidad y finalmente trabajar en algo relacionado con los videojuegos, que le gusta y que le permite seguir asistiendo a torneos. Y, por si fuera poco, tiene el baile como hobby y da clases en una escuela de Arganda del Rey en Madrid, cuando las competiciones se lo permiten.

Actualmente, trabajo por las mañanas (lo cual me permite compaginarlo con los entrenamientos) en el área de marketing de Gigabyte España, una multinacional fabricante de productos informáticos con más de 30 años de experiencia. En septiembre hago 6 años en la empresa, desde el verano de 2014 que yo me fui a vivir a Barcelona, después solicité el teletrabajo para regresar a Madrid y me lo concedieron, y ya hasta 2020. Ha pasado el tiempo volando.

En Gigabyte tengo el jefe que todo el mundo quiere tener. A mí me contrató porque yo jugaba a videojuegos de manera profesional y no tenían a nadie con ese perfil en la empresa. Empecé en ventas hasta que me reubicó y ahora estoy muy asentada en el tema del marketing y todo lo ligado a influencers, streamers, youtubers, ir a eventos, etc. Me respeta mucho y es muy comprensivo con el tema de la competición. Así que si me tengo que coger vacaciones de un día para otro o si tengo que terminar antes no hay ningún problema, es muy flexible en ese aspecto y me hace la vida muy fácil. Soy muy afortunada porque a lo mejor en otros trabajos no podría.

«Aidy» es un referente en el sector y una de las caras más visibles del mismo. Además de todo lo mencionado arriba, ha desempeñado el papel de analista en GAME con las competiciones de CS:GO y en el programa de Movistar Riders comentando los partidos del primer equipo. Y por supuesto tiene su canal de Twitch donde juega al shooter de Valve. Sin duda, gracias a su trabajo, está demostrando que las mujeres también podemos competir en esports y está abriendo el camino de muchas para que den el paso.

Las mujeres en el sector, hasta hace bien poco no hemos tenido un salario, no hemos podido vivir de esto. De hecho, sigue habiendo muchas que a lo mejor están cobrando, pero no tienen un salario con el que puedan vivir, emanciparse e irse de casa. Yo estoy orgullosa de haber sido constante en el tiempo, de llegar a donde estoy hoy y de no abandonar. He tenido compañeras que han estado en la misma situación que yo e incluso han sido mejores jugadoras, con mejores oportunidades, pero al final por unas cosas o por otras (apoyo, visibilidad, salario…) han tenido que dejar el sector, de competir y de hacer stream.

Yo por una parte lo entiendo, hay que ser realistas, el competitivo femenino no lo ve el mismo nivel de audiencia que el competitivo mixto (por no decir masculino porque al final en las competiciones Major de CS:GO no hay ninguna chica, pero son competiciones mixtas). Lógicamente los patrocinadores apoyan las competiciones o los equipos que más mueven en ese sentido y sí que es verdad que nosotras somos referentes, y muchos equipos a nivel europeo y a nivel internacional también lo son. Podemos tener el nivel perfectamente, pero sí que es verdad que los números dicen otra cosa, no son suficientes.

Me da pena porque con todas las que he compartido equipo o competido tenían una proyección muy grande, pero es ley de vida, hay que priorizar tu trabajo, tus facturas y todo eso. Puedo ser referente en demostrar que trabajando se puede llegar, se puede conseguir. Me ha costado 9 años, pero hasta hace muy poco no podíamos vivir de esto y si yo lo he conseguido por qué no lo va a poder conseguir otra persona.

Es cierto, que las cosas están cambiando en el sector, que cada vez se tiene más en cuenta a las mujeres, se ven más iniciativas y apoyo por parte de los organizadores de torneos, de los clubs y de las propias desarrolladoras de videojuegos. Hay más concienciación y se denuncian más los comportamientos inapropiados o el acoso por género. Aun así, queda mucho trabajo por hacer.

Desde mi experiencia, he notado que por ser mujer no he tenido las mismas oportunidades que un chico, pese a haber podido tener el mismo nivel. Y eso en Giants no pasa, se nos trata igual y somos un equipo más. Para mí, es el mejor club español. Tienen 11 años de experiencia, una estructura, una estabilidad, patrocinadores… Siento que formo parte de un proyecto a largo plazo, donde el equipo tiene visibilidad y somos el referente para muchas otras chicas. Y pese a que el año pasado no obtuvimos los resultados esperados por muchas cosas que han ocurrido, ahí estamos peleando y eso Giants lo valora mucho. Cualquier otro club a la primera de cambio te rompe el contrato o no te renueva.

Luego están las marcas, que a veces no acompañan. Hay un poco de todo, porque algunas marcas sí que apoyan la igualdad y a las mujeres, pero luego hay otras que quieren un equipo femenino para marketing. Y es de lo que nos quejamos, no soy modelo, a mí me has contratado para competir. Evidentemente, todo lo que pueda añadir de RRSS, de engagement, promoción, fotos, vídeos, etc. todo eso está genial, pero mi papel principal es el de jugadora.

Y luego está la comunidad, que por este tipo de cosas a veces se ceban y hay mucho hate hacia las mujeres. A mí lo que me molesta es que se nos critique y se nos ataque por el género. Al ser mujer, es como que hay que estar continuamente demostrando. Y, aun así, vienen a decirnos que nos aprovechamos de la igualdad, cuando quizá estamos en uno de los sectores más complicados para las mujeres que quieren hacerse un hueco. Es donde menos en cuenta nos tienen y más mierda nos echan. No saben lo que vivimos y por lo que pasamos siendo mujer, las cosas que nos dicen diariamente.

Movistar hizo un programa, “My game, my name” y ahí se demuestra lo que tenemos que aguantar las mujeres en las partidas online. Yo personalmente todo esto lo llevo bien porque ya son muchos años, pero claro, en mi equipo y en general hay muchas chicas que no lo llevan tan bien porque son muy jóvenes, no están acostumbradas a este odio y les afecta mucho.

Lo positivo es que hoy hay muchas más mujeres, hay más puestos creados ocupados por nosotras y eso es algo muy bueno para el sector. Ahora hay presentadoras, creadoras de contenido, streamers, youtubers, influencers. Antes no veías una comentarista o analista retransmitiendo, o no veías un torneo como puede ser DreamHack femenino, con el plantel de mujeres que han tenido en este último evento. Todas han sido jugadoras y desde su experiencia han podido comentar el torneo. Ha habido un plus de positivismo en eso y hemos avanzado un poco, aunque queda mucho camino por hacer.

Por un lado, que haya mujeres representadas en el sector, en diferentes y variados puestos de trabajo puede hacer que cada vez más chicas quieran entrar y probar a dedicarse a ello. Pero es cierto que en el aspecto competitivo está costando mucho más esfuerzo y no es porque no haya mujeres que jueguen a videojuegos, las cifras están ahí. Somos menos, porque también llevamos menos tiempo, en parte por la educación. Y, además, todo lo negativo mencionado arriba pueden ser motivos suficientes para que no nos merezca la pena.

Es curioso porque en España hemos vivido como un proceso a la inversa, hace unos años había más equipos mixtos que ahora y es algo que no se entiende, qué está pasando. Puede ser por muchas cosas, que se hayan probado y que no funcionan, que no son rentables, no se encuentra talento… Y es una pena, porque hay muchas ganas de ver a un equipo mixto compitiendo a alto nivel. Creo que llegará, pero la pregunta es cuánto queda y desde su experiencia, «Aidy» puede darnos unas claves.

El problema de todo esto o por lo menos como yo lo he vivido, es que empecé con equipos mixtos, luego conocí los equipos femeninos, luego volví a los mixtos y ahora estoy otra vez en uno femenino. Esta es mi última etapa, lógicamente voy a cumplir 30 años y no me quedan 10 años de trayectoria, soy consciente de ello. Hasta que pueda voy a seguir compitiendo, pero yo, por ejemplo, he vuelto a los equipos femeninos por una simple razón, porque aquí siento que soy igual, que tengo espacio. Entonces, hasta que no nos sintamos así las mujeres no creo que podamos ver equipos mixtos en las tablas altas.

La experiencia que he tenido en equipos mixtos es que al principio es como una luna de miel, todo maravilloso, venga vamos a currar, tú haces esto, yo lo otro, que buena eres, etc. Pero en cuanto empieza a haber problemas, ya sean ingame, de comunicación, de actitud o de lo que sea, en todos los equipos mixtos en los que he estado me he sentido como que yo era el problema y la culpable de todo, y eso es muy injusto.

Siempre me he dejado la piel, he intentado mejorar, aportar cosas buenas, ser la mejor versión de mí. Nunca me vas a ver en un equipo por estar o desmotivada porque siempre voy a encontrar la manera y haré lo que sea necesario para tirar hacia delante. Y no me parece justo que haya una persona que se lo esté currando como considero que lo he hecho yo estos años, en todos los equipos y que por una mala partida o una mala temporada se achaque todo a mí por ser mujer. Y esto a mí me ha pasado, de estar en un equipo, entrenar un domingo y al día siguiente echarme. Me dijeron que no querían seguir conmigo y que me quedara de sexta jugadora cuando yo no era el problema. Luego se demostró y a las tres semanas el equipo se disolvió completamente porque no funcionaba, eran muy tóxicos y acabaron muy mal. Finalmente me vinieron a pedir perdón. Da mucha impotencia pasar por estas situaciones y hasta que no nos veamos en igualdad de condiciones, no vamos a conseguir que un equipo mixto llegue al top.

Otra de las cosas que hay que tener especial cuidado es cuando te conviertes en una figura pública o un referente porque tienes el poder de persuadir a una gran cantidad de personas que te siguen, tanto para mal o para bien. Y ahora que vivimos en la era de los influencers me interesa mucho la opinión de «Aidy» sobre lo que se dice o comparte en las Redes Sociales y su papel para el reconocimiento de la mujer en el sector.

Una de las cosas que he aprendido del sector en todos estos años y que, de hecho, he dado hace un par de meses en un master de esports en Málaga (online por el tema del Covid), es la marca personal. También trabajando en marketing me he dado cuenta de que hay que cuidar mucho las RRSS. Al final, entre comillas eres un personaje público y la gente te sigue por algo, porque eres su referente, porque es tu fan, porque le gusta el contenido que haces… Y creo que aparte de llevarlo diariamente, hay que hacerlo con delicadeza. No puedes poner lo primero que se te venga a la cabeza porque muchas veces estás representando a una marca y a un club. Cada uno es libre de hacer y poner lo que quiera, pero siempre desde el respeto.

A mí por ejemplo nunca se me va a olvidar una foto que compartí hace unos años cuando empezó todo el tema de Twitch. Yo soy feminista, lógicamente porque soy mujer, pero hay cosas que no me parecen bien por mis principios y por mis valores. Hay clips y vídeos de mujeres enseñándolo todo y cuando digo todo es como Dios las trajo al mundo. Cada una puede hacer lo que quiera, es libre, es dueña de su cuerpo, libertad de expresión, etc. pero no es el lugar para hacer eso. Las que quieran hacer eso que se vayan a las plataformas donde la gente va a ver ese tipo de contenido.

Y puse un tweet con una foto diciendo que había mujeres haciendo este tipo de cosas en Twitch que no beneficiaban en conjunto al sector femenino. A mí me han llegado a decir en algunos sitios o clubs cosas como no te voy a contratar porque vas a terminar enseñando las tetas o acostándote con el jefe y eso no da buena imagen. ¿Y por qué tengo yo que aguantar que me digan ese tipo de cosas porque lo hayan hecho otras mujeres? Entonces en ese sentido parte del sector femenino daña al sector profesional como tú, como yo, como Lara o como un montón de chicas que queremos vivir de esto.

Que repito, cada una es libre de hacer lo que quiera, pero yo cuando lancé ese tweet me cayó una lluvia de críticas, hubo mujeres a las que le sentó mal y me dijeron que yo no las defendía. Por eso es tan importante cuidar la marca personal y lo que dices. Yo por aquel entonces tampoco controlaba tanto o no lo expresé de la mejor manera posible y desde aquel momento intento no meterme en esos fregaos para que no se me entienda mal.

Para acabar, qué mejor que hacerlo con un mensaje. El secreto del éxito de Aida “Aidy” García Cortés que quizá pueda servirte a ti para alcanzar tus objetivos como jugador/a profesional en el sector de los esports, tanto si eres mujer como hombre.

Yo siempre digo lo mismo, tengo tres palabras clave: trabajo, constancia y esfuerzo/sacrificio. Esas tres palabras me han acompañado todos estos años y yo muchas veces como todo el mundo, siendo mujer o siendo hombre he tenido el pensamiento de estar perdiendo el tiempo, de tirar todo por la borda o de que esto que estoy haciendo no vale para nada. Prácticamente todo el mundo ha tenido ese sentimiento, pero al final, las ganas y la motivación de conseguir tus metas y alcanzar tus sueños tienen que poder más.

Así que yo siempre doy el mismo consejo, hay que trabajar, ser constante en el tiempo y esforzarse mucho. Y con eso todo se puede conseguir. Yo he llegado a donde estoy, tampoco he ganado un Major que es la competición máxima de CS:GO, pero bueno, hoy en día estoy viviendo de los esports y estoy haciendo lo que me gusta, compitiendo en el juego que me gusta, en un equipo que me gusta y en un club que me gusta. ¿Y por qué yo lo puedo hacer y otra persona no?

Lo más importante es siempre tener claro que los sueños nadie te los puede quitar y tampoco pueden entrar en tu cabeza para decirte si vales o no. Eres tú mismo el que tiene que perseguir tus metas, el que tiene que conseguirlas. Y cada día pensar que, si tienes un referente y quieres ser como él, si él lo ha conseguido, tú también puedes.

El próximo mes tendremos una nueva entrega, con otra profesional del sector para destacar y reconocer el trabajo de las mujeres en los videojuegos e esports. ¿A quién te gustaría ver? Puedes dejar tus sugerencias en los comentarios.